El pasado mes de octubre las mujeres islandesas dijeron “Basta” y salieron antes de trabajar para exigir que su salario se igualara al de los hombres. En Islandia las mujeres cobran en torno a un 18% menos que los varones. Traducido en tiempo, significa que, en una jornada laboral, a partir de las 14.38 ellas trabajan gratis. Por eso, a esta hora dejaron sus puestos de trabajo y se echaron a la calle a protestar.